La halitosis o mal aliento es el conjunto de olores desagradables que se emiten por la boca. Es un mal compañero de viaje, pues afecta a la autoestima de muchas personas provocando daños psicológicos y en consecuencia daña sus relaciones laborales, personales, sociales o sentimentales. Este problema genera que la persona que lo sufre no se atreva o evite hablar con otras personas por miedo a que estos lo rechace.

Es bastante probable que la persona afectada no acuda al especialista, bien porque desconoce que la padezca o bien por vergüenza o dejadez. Pero es una patología que puede tratarse y evitar así otros daños mayores.

Esta afección puede darse por varias y diferentes causas:

• Las causas pueden ser de origen bucal, la más conocida pero en disminución probablemente debido a la concienciación del tratamiento para el cuidado dental y la higiene bucal.
• Causas que tienen su origen en el aparato respiratorio por patologías que frecuentemente se presentan como infecciones crónicas, que pueden resultar en halitosis. Y cuyo origen se encuentra en el tubo digestivo, poco frecuentes, pero hay que acudir a una especialista en el caso de que creamos que podemos padecerla.
• Causas de origen en la nutrición y hábitos también conocidas como “halitosis sanguíneas” ya que los compuestos de mal olor son transportados a través de la corriente sanguínea hasta los pulmones.
• Y por último, las causas de origen neuropsicológicas. El estrés y la ansiedad también pueden generar halitosis por la estancación de saliva residual en la boca.

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