Las carillas dentales son un tratamiento de odontología estética para mejorar el aspecto de tu sonrisa. Gracias a las carillas podemos mejorar de una manera rápida, eficaz y sencilla, el color de nuestros dientes, la colocación o el desgaste de éstos. En este tratamiento se colocan estructuras de porcelona u otros componentes con el fin de tapar fallos de esmalte o problemas con la colocación de los dientes.
Por lo general, las carillas se utilizan para solucionar el desgaste del esmalte, ya que con el paso de los años es normal que vaya perdiendo sus propiedades, especialmente en aquellas personas con cierta predisposición genética, que son fumadores o que abusan de bebidas como el té o el café.
Para el correcto mantenimiento de las carillas, debemos seguir una serie de indicaciones:
- Higiene dental: El correcto cepillado unido al uso de hilo dental es un aspecto básico tanto si usamos carillas como si no lo hacemos. Sin embargo, cabe hacer hincapié sobre este aspecto básico a la hora de cuidarlas.
- Hilo dental: El uso de hilo dental es imprescindible para eliminar los restos que el cepillo no consigue alcanzar. Si no prestamos atención a este tipo de cuidado podríamos encontrarnos con un problema ya que los restos podrían provocar una decoloración e incluso un desprendimiento de las carillas.
- Férulas: Si padecemos bruxismo, es importante colocarnos la férula de descarga por las noches, para evitar que nuestras carillas se estropeen.