En un mundo lleno de demandas y responsabilidades, el estrés se ha convertido en una constante para muchas personas. Sin embargo, lo que quizás no seamos conscientes es cómo este estrés puede manifestarse físicamente, y una de esas manifestaciones comunes es el dolor de mandíbula. Hoy, desde Clínica Dental Vallespir, os hablamos de ello.
Dolor de mandíbula: Síntoma de estrés actual
El estrés crónico puede desencadenar una serie de respuestas físicas en el cuerpo, incluida la tensión muscular. Cuando estamos estresados, tendemos a apretar los músculos de la mandíbula y la cara, a menudo de manera inconsciente. Este hábito de apretar o rechinar los dientes, conocido como bruxismo, puede provocar dolor en la mandíbula, así como dolor de cabeza, dolor de oídos y desgaste del esmalte dental.
Además, el estrés también puede contribuir a trastornos temporomandibulares (TMJ), que afectan las articulaciones y los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula. El estrés prolongado puede tensar estos músculos y causar inflamación en las articulaciones, lo que resulta en dolor y dificultad para abrir y cerrar la boca.
Es importante abordar tanto el estrés subyacente como los síntomas físicos para aliviar el dolor de mandíbula causado por el estrés. Estrategias como la meditación, el ejercicio regular, la terapia cognitivo-conductual y la fisioterapia pueden ayudar a reducir el estrés y la tensión muscular. Además, el uso de dispositivos nocturnos, como férulas de descarga, puede proteger los dientes del bruxismo mientras se duerme.
Al abordar tanto el estrés subyacente como los síntomas físicos, podemos trabajar hacia un alivio efectivo y mejorar nuestra salud y bienestar general.