Los brackets y los piercings pueden parecer compatibles, pero en realidad, combinarlos puede generar problemas serios para la salud bucal. Hoy, desde Clínica Dental Vallespir, os explicamos por qué esta combinación no es recomendable.

Los peligros de combinar brackets y piercings orales

– Riesgo de infecciones: Los piercings orales, como los de la lengua o los labios, pueden aumentar el riesgo de infecciones cuando se usan junto con brackets. Los brackets crean áreas donde las bacterias pueden acumularse, y si estas bacterias entran en contacto con la perforación, pueden causar infecciones dolorosas y difíciles de tratar.

– Daño a los dientes y encías: Los piercings metálicos pueden chocar repetidamente contra los brackets, lo que puede causar desgaste en el esmalte dental, fracturas en los dientes o incluso dañar las encías. Esto es especialmente peligroso durante la noche, cuando no se es consciente del movimiento del piercing.

– Retraso en el tratamiento ortodóntico: Los brackets necesitan ajustarse regularmente para mover los dientes a su posición correcta. Un piercing puede interferir con estos ajustes, haciendo que el tratamiento sea más largo y menos efectivo. Además, en algunos casos, los ortodoncistas pueden requerir remover el piercing para evitar complicaciones.

– Aumento del dolor y malestar: La combinación de brackets y piercings puede aumentar el dolor y la incomodidad. Los brackets ya ejercen presión sobre los dientes y, al agregar un piercing, se añade un elemento adicional que puede causar irritación y dolor continuo en la boca.

Por esta serie de cosas, es por lo que no se considera acertada la combinación de brackets y piercings, razón por la que es recomendable esperar a que el tratamiento ortodóntico termine antes de considerar cualquier piercing oral.