Con la llegada del verano, muchos notan que sus dientes pueden volverse más sensibles y experimentar molestias. Esta sensación desagradable puede tener varias causas relacionadas con las actividades y hábitos propios de la temporada estival. Hoy, desde Clínica Dental Vallespir, os comentamos algunas de las razones por las que esto puede sueceder.

¿Por qué los dientes pueden doler más en verano?

1. Cambios en la alimentación: Durante el verano, es común consumir bebidas y alimentos fríos, como helados y bebidas heladas. Este contraste entre frío y el calor exterior puede causar molestias.

2. Mayor consumo de ácidos: Las frutas cítricas y bebidas como los refrescos son populares en el verano, pero también son ácidos. El consumo excesivo de alimentos ácidos puede desgastar el esmalte dental, aumentando la sensibilidad.

3. Mayor exposición al sol: Pasar más tiempo bajo el sol puede llevar a la deshidratación. La boca seca (xerostomía) puede exacerbar la sensibilidad dental, ya que la saliva actúa como protector natural.

4. Cambios en la rutina oral: Durante las vacaciones, es posible que cambies tus hábitos de cuidado oral. El olvido o la reducción en el cepillado y el uso de hilo dental pueden contribuir a la sensibilidad dental.

5. Viajes y cambios en la altitud: Los cambios en la altitud durante los viajes pueden afectar la presión en los senos nasales y provocar dolor dental temporal en personas propensas a la sensibilidad.

6. Bruxismo por estrés: Las vacaciones y los cambios en la rutina pueden aumentar el estrés. Esto puede llevar a apretar o rechinar los dientes (bruxismo), lo que desencadena molestias en la mandíbula y la sensibilidad dental.

7. Enfermedades de las encías: La gingivitis y otras enfermedades de las encías pueden hacer que los dientes sean más sensibles al calor y al frío.