Después de una limpieza dental, es común que algunas personas experimenten dolor o sensibilidad en la boca. Este malestar puede variar desde una leve molestia hasta un dolor más intenso, dependiendo de varios factores. Entender las posibles causas puede ayudar a manejar mejor esta situación y a saber cuándo es necesario consultar al dentista. Hoy, desde Clínica Dental Vallespir, os hablamos de ello.

¿Por qué puede seguir doliendo la boca tras una limpieza dental?

Uno de los principales motivos es la sensibilidad dental. Durante la limpieza, se eliminan las acumulaciones de sarro y placa, lo que puede dejar al descubierto zonas del diente que antes estaban protegidas. Si estas áreas incluyen dentina expuesta, es probable que los dientes se vuelvan más sensibles al frío, calor o al contacto directo con alimentos duros.

Otro factor que puede contribuir al dolor es la inflamación de las encías. Si la higiene bucal previa no era la óptima, es posible que haya habido una acumulación de placa alrededor de las encías, causando gingivitis. Durante la limpieza, se remueve esta placa, lo que puede irritar temporalmente las encías y causar dolor.

Además, en procedimientos más profundos como la limpieza de encías o raspado radicular, que son necesarios en casos de periodontitis, el dolor puede ser más pronunciado debido a la profundidad del tratamiento.

Finalmente, las técnicas de limpieza, como el uso de instrumentos ultrasónicos, pueden causar cierta incomodidad en personas con dientes o encías sensibles.

Si el dolor persiste más allá de unos días o es muy intenso, es importante consultar al dentista para descartar posibles complicaciones y recibir el tratamiento adecuado.