Todos soñamos con una bonita sonrisa y en perfecto estado y gracias a la adhesión dental podrás hacerlo posible. Se trata de una técnica en la que se eliminan las diferentes manchas dentales, las astillas y las grietas, que pueden aparecer a lo largo de los años.

Para realizar el tratamiento, el dentista será el encargado de aplicar una resina del color del esmalte del diente sobre la superficie de los dientes. Además, es necesario emplear una luz especial para fortalecer el material uniéndolo al diente. Como podéis ver es una técnica sencilla, pero que debe ser realizada por un profesional cualificado.

Normalmente, el procedimiento suele durar de 30 a 60 minutos y se trata de un tratamiento totalmente indoloro. Sin embargo, en el caso de que se considerase necesario se podría aplicar anestesia local.

• En primer lugar, se prepara el diente para la adhesión dental, aplicando una resina del tono más parecido a los dientes del paciente y después se aplicará un material especial para facilitar la adhesión de la resina.
• Después, para finalizar el tratamiento será necesario emplear la luz ultravioleta para lograr que el material se endurezca. En el momento en el que la resina se endurezca, el dentista tendrá que tratarla para así conseguir la forma deseada del diente. Gracias al pulido de dientes las piezas tratadas tendrán la misma apariencia que la dentición natural.