Con el paso del tiempo en normal que nuestros dientes acumulen placa bacteriana y sarro. La línea gingival es una de las partes de nuestra boca que más sarro acumula junto con los espacios interdentales. Poco a poco sin que seamos conscientes de ello la placa se va acumulando en estas zonas hasta que llega un momento en el que no es posible eliminarla con el cepillo de dientes y el hilo dental.
En caso de no eliminar el sarro y la placa, el problema de higiene podría derivar en enfermedades en las encías tales como gingivitis o periodontitis, las cuales tienen grandes consecuencias en la salud de nuestros dientes. Por ello lo más recomendable es realizarse una limpieza profesional al menos una vez al año.
Cuando acudimos a la consulta para realizar una limpieza profesional, lo primero que el dentista va a hacer es realizar una evaluación del estado de los dientes y encías con el fin de localizar su estado y dónde se encuentra principalmente localizado el sarro y la placa. De este modo se podrá determinar si existen enfermedad periodontal.
Una vez terminada esta revisión, con ayuda de una cureta se elimina el sarro que se haya acumulado bajo la línea gingival al tiempo que se aplica agua a presión. Es un tratamiento molesto, pero no doloroso, aunque es habitual que se produzca un leve sangrado. Cuando el sarro ha sido eliminado se pulen los dientes.
En el caso de que se padezca una enfermedad periodontal el experto será el encargado de determinas si se precisa un curetaje.
Con este simple procedimiento por un lado conseguiremos unas encías sanas y una sonrisa más bella.