El proceso de fluorización es el método que se utiliza para la prevención de caries. Consiste en la aplicación de flúor sobre los dientes.

El flúor es una composición que aumenta la resistencia de los dientes, haciéndolos más fuertes ante los ácidos que se producen a partir de restos alimenticios y bacterias. Es fuerte ante el proceso de desmineralización de los dientes y ayuda en el índice de remineralización.

El modo de aplicación del flúor es a partir de:

• Dentífricos a través del uso de los mismos al menos dos veces al día. Estos dentífricos contienen fluoruro de sodio, en una cantidad bastante efectiva para la prevención de caries.
• Enjuagues bucales: son los más conocidos. Se realizan a partir de colutorios que contienen flúor, con el riesgo de que pueda ingerirse. El nivel de flúor de los mismos está ya muy cuidado para que pueda ser utilizado por niños.
• Geles y espumas: de aplicación en la misma consulta de su dentista, mediante un contenedor que se ajusta a las arcadas dentales. Se mantiene apretada contra los dientes unos minutos y tras el mismo no se debe comer, fumar o beber, durante la media hora siguiente. Esta indicado, especialmente, para aquellas personas con riesgo elevado de desarrollar caries o que tienen sequedad de boca, para los pacientes a los que se les ha realizado una ortodoncia o los que están siendo sometidos a radioterapia craneal. Ya pueden encontrarse en el mercado algunos geles de aplicación doméstica, con un uso muy similar al de los dentífricos.

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